En el cuento «La Rabia en el Bosque», nos encontramos con un personaje llamado Raúl que estaba atravesando por una rabieta muy fuerte. Él estaba tan enojado que no podía controlar sus emociones y salió corriendo sin rumbo fijo.
Mientras Raúl caminaba por el bosque, se encontró con distintos animales que le ofrecieron ayuda para que se calmara y superara su rabia. Primero, se topó con una ardilla que le enseñó a respirar profundamente para relajarse, pero Raúl no quiso prestarle atención y siguió corriendo.
Luego, encontró a un búho sabio que le habló acerca de expresar sus sentimientos y decir lo que le hacía enojar, pero Raúl seguía tan frustrado que ni siquiera quiso escuchar sus sabias palabras.
Finalmente, se encontró con un oso que le enseñó una lección muy valiosa: a veces, la rabia puede hacernos actuar de manera impulsiva pero es importante tomar un momento para respirar y reflexionar antes de tomar una decisión.
Después de hablar con el oso, Raúl se dio cuenta de que tenía que trabajar en controlar sus emociones y no dejar que la rabia lo dominara. Así, aprendió a respirar profundamente y pensar antes de reaccionar para poder tomar decisiones más sabias.
Este cuento nos enseña la importancia de manejar nuestros sentimientos y no permitir que nos controlen. A través de la historia de Raúl, los niños pueden aprender a identificar sus emociones y encontrar maneras saludables de expresarlas y manejarlas.