En el cuento «Por cuatro esquinitas de nada» conocemos a un pequeño cuadrado que desea formar parte de un grupo de amigos conformado por otros polígonos de diferentes formas y tamaños.
Sin embargo, el cuadrado se siente triste y desanimado porque no puede unirse al grupo debido a que no tiene ninguna curva y todas sus esquinas son iguales. Pero gracias a su ingenio y creatividad, el cuadrado encuentra la manera de unirse al grupo y demostrar que a pesar de ser diferente, es capaz de aportar mucho valor al equipo.
Esta historia transmite un mensaje de inclusión y respeto a las diferencias, animando a los niños a aceptarse y aceptar a los demás tal y como son, sin importar su apariencia o características. Además, el cuento es contado de forma divertida y colorida, capturando la atención y la imaginación de los más pequeños.