Mau estaba en el supermercado con su mamá cuando de repente escuchó un fuerte grito que provenía de una niña llamada Mia. Era una pataleta muy grande y todos los que estaban allí se dieron cuenta. Mau se sintió incómodo y no sabía qué hacer.
Al regresar a casa, Mau decidió contarle a su mamá la historia de lo que había sucedido en el supermercado. Le explicó que Mia estaba muy enojada porque su mamá no le compró lo que ella quería y por eso comenzó a gritar y patalear en el suelo.
Su mamá le dijo a Mau que es normal que a veces los niños se sientan frustrados y enojados, pero que no es la manera adecuada de expresarse. Le explicó que es importante hablar en voz baja y pedir las cosas con respeto.
Mau aprendió que es mejor expresarse con calma y que así se pueden solucionar los problemas de una manera más fácil y tranquila. Esperaba encontrarse otra vez con Mia en el supermercado y poder ayudarla a ser más respetuosa en sus reacciones.