Linus es un ratón muy curioso y aventurero. Un día decidió ir a visitar el bosque para conocer todas las maravillas que se esconden en él.
Cuando llegó, se instaló en un gran cerezo y desde allí pudo descubrir todas las emocionantes aventuras que le esperaban. A medida que pasaba el tiempo, Linus pudo darse cuenta de que el bosque vivía cuatro estaciones diferentes: la primavera, el verano, el otoño y el invierno.
Cada una de estas estaciones tenía algo especial que hacer, ver y sentir. En primavera, los árboles florecían y el aire olía a flores frescas. En verano, el sol brillaba y todos los animales disfrutaban jugando en el río. En otoño, las hojas de los árboles caían como bailando y todo el bosque se cubría de colores cálidos y hermosos. Y en invierno, todo se cubría de nieve y hielo en un mágico mundo lleno de diversión.
Linus se divirtió muchísimo explorando el bosque y conociendo todas las maravillas de sus estaciones. Al final, pudo aprender mucho y ser feliz en su nueva experiencia.
Este cuento muestra lo emocionante y sorprendente que puede ser descubrir el mundo que nos rodea. Es importante tener curiosidad y aventurarnos para poder aprender muchas cosas nuevas.