Pollo y Erizo caminaban tranquilamente por la huerta, buscando su comida de siempre. El sol brillaba en el cielo y la brisa soplaba suavemente en sus caras.
De repente, algo en el cielo llamó la atención de los amigos. Levantaron la cabeza y vieron pasar a un ratón volador con un sombrero rojo. ¡Qué sorpresa! Nunca antes habían visto algo así.
Aunque seguían con hambre, Pollo y Erizo ahora estaban más interesados en mirar el cielo para ver qué sorpresas más les deparaba. Pronto, pasó un gato volador con un paraguas, y luego un pájaro que llevaba una carta en su pico.
La huerta se había convertido en un lugar mágico, lleno de criaturas imaginarias que volaban por el cielo. Pollo y Erizo se maravillaron con todo lo que veían, y aunque seguían con hambre, ya no les importaba tanto.
De repente, un ruido fuerte los sacó de su ensueño. Era un avión de papel gigante volando hacia ellos. ¿Qué iba a pasar? ¿Lograrían escapar del avión de papel?
Pollo y Erizo corrieron lo más rápido que pudieron, y lograron esconderse detrás de algunas plantas de tomate. Entonces se dieron cuenta de que el avión solo pasaba de largo, y que no les hacía daño.
Finalmente, Pollo y Erizo salieron de su escondite y retomaron su búsqueda de comida. Aunque sus aventuras con los animales voladores eran emocionantes, también tenían que ocuparse de su estómago. ¡A seguir buscando en la huerta!