Lucía siempre había soñado con tener una mascota. Todos los días imaginaba lo divertido que sería tener un perro o un gato. Pero nunca imaginó que su deseo se concedería de una manera tan inesperada. Un día, sus papás le dieron una sorpresa: ¡una vaca! Pero no era una vaca cualquiera, se llamaba Rodolfa y era muy simpática y cariñosa. Lucía al principio no podía creerlo, pero poco a poco se fue dando cuenta de lo especial que era tener un animal tan grande y amigable en casa.
Ahora, todas las tardes, Lucía sale al jardín a jugar con Rodolfa. Le encanta cepillar su pelo, darle de comer y recostarse a su lado mientras le canta canciones. Rodolfa es muy lista y siempre le presta atención a Lucía cuando ella le habla. Además, ¡es muy coqueta! Siempre se deja poner flores en las orejas y en el lomo para estar más bonita.
Lucía nunca imaginó que su mascota sería una vaca, pero ahora no cambiaría a Rodolfa por nada del mundo. Juntas han vivido muchas aventuras y seguramente les quedan muchas más por vivir. ¡Quién sabe qué otras sorpresas les deparará el futuro!