Simón es un niño como cualquier otro, pero con un gusto muy particular: solo quiere comer espaguetis. ¡Le encantan! Cada día pide espaguetis para desayunar, almorzar y cenar. Su mamá le explica que es importante comer vario, pero Simón no le hace caso.
Un día, durante el recreo, Simón descubre que sus amigos tienen diferentes comidas en su tartera. Algunos tienen frutas, otros sándwiches e incluso algunos llevan verduras. Simón se sorprende, nunca había visto tanta variedad en la comida de sus amigos.
De repente, un aroma delicioso llega a sus narices, y es la comida de su amiga Sofía. Simón se acerca a ella y le pide un pedacito de su sándwich. Al probarlo, Simón se sorprende de lo rico que está. También prueba la fruta que tiene otro amigo y descubre que le encanta.
Desde ese día, Simón experimenta con diferentes comidas y sabores. Descubre que hay muchas opciones ricas y saludables que puede disfrutar. Además, sus amigos están felices porque ahora pueden compartir sus comidas con él.
Simón aprendió una lección importante: es bueno probar cosas nuevas y variar en la comida. Ahora, disfruta de una dieta balanceada y hasta se anima a cocinar con su mamá. ¡Qué divertido es descubrir nuevos sabores!
