En Dulces Sueños Pequeña Luna, la historia nos cuenta de una princesa llamada Luna, quien no puede dormir. A pesar de que su habitación es un hermoso y acogedor lugar, la princesa no encuentra la forma de conciliar el sueño. Pero un día, las Constelaciones de Signos – quienes son los guardianes de la noche – se dieron cuenta del problema de Luna y decidieron ayudarla.
Primero, el Escorpión la arrulló con una dulce canción de cuna, seguido del Tauro, quien le ofreció una rosa perfumada. Después, el Acuario le mostró un maravilloso espectáculo de estrellas fugaces y, finalmente, el Leo le contó un relato de una valiente princesa.
Gracias a la ayuda de las Constelaciones de Signos, Luna pudo dormir plácidamente y tener dulces sueños. Y así, cada noche, las Constelaciones se mantienen vigilantes para asegurarse de que todos tengan un buen descanso. Este cuento es una historia tierna y dulce que enseña la importancia de tener paciencia y de ayudar a los demás.