«El Gigante Egoísta» es un cuento de Navidad en el que un grupo de niños juega en el jardín de un castillo deshabitado todas las tardes después de la escuela. Un día, el gigante egoísta regresa a su castillo después de vivir con un amigo ogro durante siete años y les prohíbe a los niños entrar en su jardín, rodeándolo con un muro alto y lleno de pinchos. Durante el invierno, el jardín permanece triste y frío, mientras que la primavera llena de flores y canciones llega a todas partes excepto al jardín del gigante. Sin embargo, cuando un niño pequeño que no puede subir a los árboles entra al jardín por un agujero en el muro, el gigante siente compasión por él y lo ayuda a subir al árbol más cercano, lo que hace que florezca. El gigante decide derribar el muro y convertir su jardín en un parque para que los niños puedan disfrutarlo, pero cuando pregunta por el pequeño, descubre que ha desaparecido. A partir de entonces, los niños regresan al jardín del gigante y él se une a sus juegos, aunque sigue buscando al pequeño perdido.